(INCISO DE LA) ECONOMÍA POLÍTICA DE LA LENTITUD
¿Por qué tenemos siempre tanta prisa?
¿Cómo se cura esa enfermedad que es nuestra actitud ante el tiempo?
CARL HONORÉ
Elogio a la lentitud
El Principio económico excede el concepto de la producción de Bienes y Servicios, transables y consumibles. Tal Principio implica también todo proceder donde los criterios de ahorro, de beneficio, de resultados tangibles e intangibles, entre otros criterios, tienen cabida práctica en la consecución de objetivos.
Traigo esta idea a colación para hablarle de salud, en tanto realidad referenciable dentro de los marcos de Lo económico, habida cuenta de que un grado determinado de buena salud o de salud deteriorada, implica un bienestar o un desenvolvimiento dinerario del afectado.
Este comentario reflexivo proviene porque vi la entrevista hecha por Carlos Fraga al doctor de medicina regenerativa Carlos Luis Álvarez Boada (Televen, 26.8.22), quien en la entrevista le recomendaba a la teleaudiencia que en el momento de masticar los alimentos, éstos fueran triturados, no lentamente, sino mega-lentamente, bajo la luz de que solamente en la cavidad bucal, los alimentos aún pertenecen al dominio de la persona. Bajando de la cavidad bucal e ingresar a los espacios del estómago, ya ellos pasan a ser procesados por leyes bio-orgánicas, leyes donde la voluntad humana ya no llega.
El comer lenta o mega-lentamente, aparte de ser un momento importante de la actividad nutricional, que reviste una gran importancia económica de la persona, el comer de esa manera coloca a quien lo haga en la cultura económica de la lentitud, cultura opuesta a la economía de las acelaraciones, que es el modelo económico dominante, el cual le exige a los seres humanos productivos, rapidez en los diversos accionares de la vida material.
Ílmer Montana.
Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET
Magíster en Gerencia UNET
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