EL DOMINIO DEL AUTOENGAÑO

EL DOMINIO DEL AUTOENGAÑO

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EL DOMINIO DEL AUTOENGAÑO 

"No hay factura más cara que pagar el propio autoengaño". 
NORMA TLALONINI (extraído de la red X.com).

1

Debemos considerarnos advertidos acerca de la amenaza que somos contra nosotros mismos.

Ya aquella sentencia latina homo homini lupus (El hombre es el lobo del hombre) en la medida en que la humana existencia se va descuadernando por carecer de cimientos íntegros humanísticos, ya el lobo del hombre no está acechando afuera. El lobo que nos depreda lo portamos en los intersticios imperceptibles de lo que está habitando furtivo en nuestros propios adentros.

En esa suerte ya se nos expone, para que la advertencia se tome en serio, que el rostro que vemos cuando posamos ante el espejo, no es el rostro de un enemigo cualquiera, sino el rostro del peor enemigo que tenemos... al alcance de la mano.

Lo siguiente lo encamino en captar y describir la forma psíquica que opera desde nuestro interno, con lo cual día tras día (o noche tras noche) nos vamos haciendo daño. Tanto que filósofos de la envergadura de Byung-chul Han, surcoreano-alemán, por ejemplo, se abocan a examinar los vericuetos existenciarios conducente a colocar al sujeto humano como su propio explotador, explotador necesario y voluntario para que los rendimientos económicos de su sociedad colapsada no se detengan, aunque en ello se esté desgastando su activo espiritual propio.

2

De la vida del mundo se pueden nombrar situaciones extremas (como, por ejemplo, andar tras alguien buscando ser amado pese a los constantes desprecios que le hace a uno, o cargar un sobrepeso corporal que tiene afectado peligrosamente la fisiología de los órganos vitales, o no medir las consecuencias nefastas de desarrollar altas velocidades cuando se conduce un vehículo automotor...) para señalar que las personas que las han alcanzado lo han hecho a punta de autoengaños. Esto es, a punta de generar en el sistemas de sus mentes una cantidad estimable de meticulosos argumentos con los cuales se excusan ante sí y ante los demás, otorgándose así el permiso para continuar experienciando tales situaciones, bajo la convicción inobjetable de no verles exceso alguno. Ante, por el contrario, perciben lo que realizan en el rango particular de sus normalidades personales.

3

Para que un sistema psico-orgánico perteneciente al orden humano pueda dormir en un aproximado de cinco a ocho horas diarias con una pretensión de siesta agregada, y también pueda aprovechar la energía contenida en las dos o tres comidas diarias que hace más la merienda, se requiere el cumplimiento en condiciones mínimas de aceptabilidad, de determinado grado de homeostasis, o sea, de equilibrio sistémico basal. Lea, por favor, lo expuesto por el biólogo chileno Humberto Maturana relativo a la homeostasis:

"Un dominio consensual puede establecercerse sólo cuando los sistemas plásticos que interactúan son sistemas homeostáticos".

Cuando el sujeto humano registra en sus desenvolturas sociales conductas verbales y físicas no compadecidas con las formas consensuales establecidas, le originarán inevitablemente desajustes importantes, que de alguna u otra manera le van restando homeostasis a su sistema psico-orgánico, y al ser así, la tendencia irrefrenable de irse hacia los extremismos conductuales le aparecerá. Desde luego bajo su particularísima estimación, el sujeto no acepta que rebosa las formas societales, pero independientemente a su estimación, lo que de modo objetivo está haciendo es alejarse del equilibrio homeostático que en tanto sistema humano precisa. Dicho esto es escasa cantidad de palabras, las personas desequilibradas dentro de la vida del mundo, en la búsqueda de normalidades equilibrantes cada vez más lejanas, se van tornando en enemigas de sí mismas, sabiéndolo o no sabiéndolo.

La idea que encontré en Pinterest, producto de María Jesús Torres alusiva al autoengaño me parece oportuna para cerrar la presente entrega. Es esta:

"El autoengaño es primero un cálido refugio y luego una fría cárcel".

Ílmer Montana.
Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET

DA RISA PERO SIN GANAS DE REÍRSE (XII)

DA RISA PERO SIN GANAS DE REÍRSE (XII)

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DA RISA PERO SIN GANAS DE REÍRSE (XII)

Cierto "humor spleen", cierto "humor roto", se deja colar en situaciones humanas en donde lo menos que se busca es hacer reír o sonreír a alguien. Pero de que no se busque la risa o la sonrisa de nadie no obsta para que no se genere el humor innecesario y básico. Le traigo tres ejemplos de lo que le estoy diciendo. El primero es de la serie Ley y Orden (Universal) y los dos últimos se dieron en los programas televisivos: Kicosis (Globovisión) y Se ha dicho (Televen).

1

En el capítulo nombrado ´Plomo´ los personajes principales de Ley y Orden, Olivia Benson y Elio Stabler, tertulian un tanto sobre la manipulación vía económica que los abogados le hacen a las leyes.

Elio, suponiendo que Benson no sabe reconocer la truculencia abogadil, le pregunta:

- ¿Sabes cuando los abogados mienten?

Benson, en vez de ser cortés con el colega diciéndole que no sabe, le aclara de una:

- Sí, sí lo sé... Cuando apenas comienzan a mover los labios para hablar.

2

La conductora del programa televisivo de casos vinculados con la aplicación de las leyes Se ha dicho, Doctora Mónica Fernández, se caracteriza por presentarle a los denunciantes de injusticias, bien contra ellos, bien contra amigos o familiares de ellos, la realidad del Sistema de Justicia venezolano, el cual desde la singular óptica Kafkiana, es un sistema promedio en términos generales. Le ha llegado a decir a personas que quieren recurrir al Sistema de Justicia que ostenta Venezuela para que se le otorgue la justicia que necesitan, que tal sistema pudiera resultar más ingrato que la vida, y que acudir a este sistema pudiera serles frustrante, y con esa razón induce a los creyentes en la justicia para que lleguen a acuerdos entre los implicados. En la entrega del programa del 30.11.24, un denunciante presentó el caso de una vivienda vieja y en franco proceso de deterioro. Aun así el denunciante quiere recuperarla antes de que se derrumbe por completo.

Lo afirmado por la doctora Fernández, siempre en su loable propósito de situar al denunciante en la realidad en la que está inserto y que no puede escapar despavorido aun deseándolo, es tipificable, no ya en las esferas de la mundología kafkiana, sino en las circunstancias de los personajes garciamarquianos y sus mágicas infraexistencias irreales. Lo afirmado fue (palabras menos/palabras más):

"En Venezuela el arquitecto número uno se llama Dios. Y aquí las casas no se caen porque Dios no quiere".

3

Esto ocurrió en Globovisión.

La señora que ahora conduce el programa Kicosis, periodista Yesenia Balza, con una modalidad de entrevistar propia del periodismo estándar que es la de hacer preguntas, lo cual hace muy bien, reconozco, inicia la entrevista de ese día (27.11.24) justo con una pregunta que tiene que ver con el pasado reciente del recio acontecer nacional, al entrevistado que es un doctor en Ciencias Sociales y docente universitario. La pregunta es muy simple, hecha con la intención de contextualizar al doctor presente:

- Doctor, ¿usted tiene memoria? -El doctor, casi sin pensarlo mucho, le confesó: - Si tengo no me acuerdo.

La confesión del entrevistado no fue traba para que la periodista hiciera su pregunta, valga acotar.

Ílmer Montana.
Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET