PASEOS EN EL REPOSO - 49

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PASEOS EN EL REPOSO - 49


Es de obligatorio rigor metodológico ser lo más precisos que podamos con los datos e informaciones que recibamos o demos, cuestión que con ese rigor podamos reducir desde nuestras capacidades, la ambigüedad de la era de las imprecisiones. No tenemos otra: nos toca hacernos sabios de lo incierto.

En la era de ambigüedad las personas hacen ver los grados de desmoralización en los cuales viven y existen, abandonando cualquier traba que les oculte sus locuras personales.

A decir verdad, nunca se llega a Ser. Si es que Somos, lo somos Siendo. El Ser, si es un ser humano, es un ser Siendo.

Heráclito -y esto lo relata Montaigne en un Ensayo- salía cada mañana de su casa a recorrer las calles con la cara lánguida y a veces le salían lágrimas. 
Sus discípulos no se preocupaban porque estaban enterados de que no languidecía ni lagrimeaba a veces o todo el tiempo, por él, sino por la gente.
Moraleja: Cuando veamos a alguien entristecido quizá no lo esté. Quizá sea más bien un estristecedor. Un estristecedor usando la tristeza como mensaje.
En su canción Le llaman Jesús, Raphael dice de El Nazareno: "Hay un Hombre que está sólo, tiene triste la mirada..."
Indudablemente que ese estado existencial no era por Él. 
Para algunos la humanidad es motivo de risa y para otros la humanidad es motivo de tristeza.
Sería pertinente escoger cuál sería nuestro motivo, si es que sentimos que la humanidad merece algún esfuerzo nuestro todavía.

Ílmer Montana.

Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET 

PASEOS EN EL REPOSO - 48

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PASEOS EN EL REPOSO - 48

Entre sus privilegios el Poder tiene la facultad de engañar. De fabricarle al colectivo y específicamente al colectivo humano que lo sigue conciliándose con todo lo emanado por él, la racionalidad básica instrumental, con la cual pueda sostenerse y reproducirse en tanto Poder. Una vez instalada la racionalidad necesaria, el Poder operará con la eficiencia y con la eficacia que lo determinarán mientras ostente ese rango. Al Poder político le acontece lo mismo que a los varones con poder sobre una mujer. Mientras ejercen el poder la pueden engañar, y en la medida en que van perdiendo el poderío, también el poder de engañarla cada vez es más débil. Al extremo de que la mujer que todo lo creía a pie juntillas, ya no le creé nada. Hay una mujeres que para que no se le capte la indiferencia ante el otrora poderoso, le disimulan que aún le creen.
Si no fuera por el desgaste del Poder, los pueblos eternizarían a sus hegemones. Pero como el desgaste es objetivo al Poder, es una variable incontrolable, también los pueblos sumisos abandonan esas racionalidades que en tiempo inicial, los sedujeron. Para que acontezca la des-seducción, el colectivo humano sometido a la fidelidad ante un Poder, o la persona en particular quien ha vivido de los embustes de su sometedor, requiere de la aparición estructural de un nuevo seductor. Si no lo hay, el colectivo o la persona, se hacen de la vista gorda.
En el libro De la seducción , Jean Braudillard afirma: "A la masa ya no hay que seducirla, ella se autoseduce a sí misma". Este fenómeno, desde luego, hace de los poderes, laberintos subreales, difíciles de explicitar. A veces ni los poderosos entienden su poder. El mismo autor pero en otra obra (La izquierda divina) señala: "El poder no existe. El poder se simula". En ese sentido, cuando usted vea al hombre del Poder rodeado de escoltas, guardaespaldas, limusinas, sirenas, televisión, secretarias, etc, ya sabe que lo que está siendo es simular el Poder. Con tal simulacro contenta y anima a la masa humana que cree en esas cosas.

Por último, no me quiero despedir sin citar unas frases de Federico Nietzsche acerca del tema referido. Son corticas, incluidas en un libro también cortico (El anticristo). Nietzsche reconoce que "A los que sufren hay que sostenerlos mediante una esperanza", a través del "poder de entretener al desgraciado".
Vio que corticas eran las frases.

Ílmer Montana.

Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET 


PASEOS EN EL REPOSO - 47

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PASEOS EN EL REPOSO - 47

Sí había oído de los propios afectados por la "matraca" de los funcionarios oficiales en las alcabalas y puntos estratégicos, al pasar con sus transportes con mercancías primarias (bienes agrícolas extraídos de la Madre Tierra), pero como los comentarios se hacían estaban cubiertos por el manto de la informalidad de sus ventas al aire libre de las calles, no les daba el suficiente crédito, ya que por más que estén afectados, sus comentarios no los comprometían, ni los comprometen, ante ninguna instancia de Poder. Sólo aguardaba que alguien, desde algún medio mediático, confirmara el fenómeno del "matraqueo" para yo poder hacer a través de esta Página, una observación-reflexión sobre dicho fenómeno, el cual ocurra donde ocurra y sin importar el tiempo que sea, en Venezuela o cualquiera otra entidad nacional, siempre se da obedeciendo a la misma "constante sociológica". El "alguien" que esperaba resultó ser el reconocido periodista-locutor Vladimir Villegas, quien en su programa por Globovision (el lunes 31/5/21) consumió en su responsabilidad profesional, unos minutos vitales para hacer la denuncia respectiva ante la opinión pública del fenómeno referido.


La observación-reflexión anunciada es esta:
Un funcionario representante de un gobierno que a su vez representa un Estado-nación, debería hacerse esta pregunta, si está cometiendo agravios a discreción suya, desde su cargo oficial (en el ejército, en la policía, en el tren burocrático...): ¿Por qué se me permite hacer estos agravios al público, o hacer estos actos de corruptelas a la administración del Estado? La respuesta es harto sencilla. Se le permite su desmesura en el cargo, o se le permite que se corrompa como funcionario, porque al hacerlo, por un lado, eso lo compromete cada vez más con el tipo de gobierno implantado, y por otro lado, siendo este lado el determinante, en la medida en que usted como funcionario se vaya corrompiendo, en esa misma medida usted con su corrupción de subalterno, digamos, "pequeña", irá justificando (o naturalizando) la corrupción que en grande ocurre en las altas esferas del Poder alcahuete.
Ahora, claro, esta pregunta no se la puede hacer nadie incurso en actos dolosos, porque una de las cosas buenas que el Mal (eterno) le garantiza a las criaturas que le prestan sus servicios, es que como agradecimiento, les abole la consciencia y les debilita la facultad de recordar la maldad que están ejecutando.

Ílmer Montana.

Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET 


PASEOS EN EL REPOSO - 46

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PASEOS EN EL REPOSO - 46

Un alerta (a tiempo) no sólo sirve para anunciarnos que debemos prepararnos para algo contrario a lo que esperamos. Sea esto malo o bueno.

Con baja esperanza de vida, en el siglo XIX tener un seguro para la emergencia de morir era una cauta inversión. Hoy con la prolongada esperanza de vivir, la persona vive la amenaza de vivir demasiado.

Para ver el filme Favor peligroso (A simple favor), hay que verlo teniendo en cuenta el adagio famoso de un hombre que ganó 6 Oscar sin ser actor, Billy Wilder. El adagio es: "Ninguna buena acción se queda sin castigo".

Ninguna persona en su sano juicio debería querer ver el futuro (de la humanidad).

Todo nos es incierto. Cuando logramos salir de un convencimiento entramos, entonces, en una confusión. La confusión de algún modo, nos ofrece cierta tranquilidad. Pareciera que es mejor estar confundidos que estar convencidos. Las convicciones hay que tomarlas como cárceles. Alguien convencido de algo, aparte de ser un prisionero, es un peligro... Peligro para él y peligro para la pobre gente que logra convencer con sus convicciones.

Ílmer Montana.

Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET 


PASEOS EN EL REPOSO - 45

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PASEOS EN EL REPOSO - 45

La realidad es una sola, la cual al contemplar una totalidad (en movimientos totalizantes que nunca se totalizan por completo) de procesos en su seno, se hace para el observante, extremadamente compleja. Pero eso no hace mella para que este no consiga la forma de desenvolverse en ella, ya tomándola en cuenta como particularidad a investigar y dilucidar, ya ignorándola como particularidad no indispensable, ni siquiera necesaria, para desenvolverse dentro de ella, como si ella no existiera, al punto que de esta actitud ante la realidad, emergen producciones cuyos valores de mercado serán sopesados según logren alejar (léase evadir, por favor) a sus consumidores de las cosas consideradas reales. E independientemente de cual sea la postura tomada ante la realidad, la realidad será el eje respecto al cual la gente gira. Algunos pocos creyendo que la abordan, y otros muchos creyendo que la ignoran.

Sin duda, usted sabrá cuál es su postura asumida ante semejante complejidad. Cualquiera sea, déjeme decirle que todas esas cosas reales que se presentan frente a nuestros sentidos (tiempo del calendario, país, ciudades, vías de movilización, etc.) pertenecen a lo que tranquilamente podemos llamar "realidad compartida". Pero aunque creamos o no creamos que la realidad hace falta, cada vez que nos fijemos un objetivo en nuestras existencias generales (en el país, en la empresa o en la familia) o en nuestras existencias personales, lo que se interpone, posibilitando o imposibilitando, entre el objetivo a conseguir y su consecución, total o parcial, es la realidad. De manera que siendo así el asunto, la realidad, o una realidad, nos aparecerá cada vez que nos propongamos a alcanzar algo.

Ílmer Montana.

Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET