LA SUPERCHERÍA MONETARIA
Se pone en boca de Lenin la afirmación de que la mejor manera de destruir el sistema capitalista es corromper su moneda.
JOHN MAYNARD KEYNES
I
El dólar por su condición de moneda fuerte, desde el final de la Guerra Mundial II atravesó difíciles circunstancias como consecuencia de su propio valor con el valor del oro, al extremo que en 1971 el presidente Richard Nixon finiquitó esa relación con el precioso metal.
Hice esta brevísima referencia histórica para ofrecer una visión de la extraña realidad en la que ha entrado la moneda nacional de EE.UU. en la diverso causal economía venezolana, una economía que según el economista Asdrúbal Oliveros de Ecoanalítica, consiguió (por los sorprendentes hilos de la metafísica de Lo insólito) una "estabilidad en el foso". Agarrándome de esa analogía, me atrevo a decir, que la economía venezolana es una economía "de apenitas" . También el país entero está igual. Decir que Venezuela es un país "de apenitas" no es una exageración. Todo agravamiento conduce al enfermo a esa condición extrema.
II
El dólar en Venezuela ha entrado en una realidad extraña, casi inédita, porque por un lado, en la medida en que más se sobreprecia ante el bolívar, genera más presión inflacionaria, y por otro lado, en la medida en que esta presión se hace más fuerte, el dólar, cumpliendo el papel de unidad monetaria de compra en la economía de Venezuela, cada vez pierde poder adquisitivo.
Útil es recordar, que en una espiral de inflación, toda moneda por más fuerte que sea en su respaldo, lento pero sin pausa, saldrá vencida, y el dólar, si persistiese el círculo de esta perversión, no sería la excepción.
Ílmer Montana.
Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET
Magíster en Gerencia UNET
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