EL SOCIALISMO EN EL
IMPERIO DE LO REAL
...Lenin reconocía que la página de la economía socialista seguía siendo de una blancura desconcertante.
'Yo no conozco a ningún socialista que se haya ocupado de las [cuestiones de organización de la economía socialista]...'.
Las investigaciones de Marx no se dirigen a elaborar, ni siquiera sumariamente, una política económica posrevolucionaria".
ANDRÉ REZLER, Mitos políticos modernos.
Ed. Fondo de Cultura Económica, México.
Una de las constantes de Óscar Schémel, conductor del prestigioso programa Análisis Situacional (Globovisión) cuando dialoga con sus invitados, en el propósito de que se comprenda mejor la naturaleza del nuevo modelo de hacer socialismo, es esta idea: "No hay socialismo sin capitalistas". Aunque esta idea es una constante en su arsenal conceptual, la tomo para concretar, de su conversación con el neutral analista crillo Tomás Socías, el 26.3.23. En tanto contenido le podrá parecer incomprensible tanto a los extremistas trasnochados de izquierda como a los extremistas trasnochados de derecha, pues en ambos extremos suponen que el capitalismo y el socialismo son excluyentes. Cada uno, en la posición trasnochada de los extremistas, excluye al otro. Sin embargo, Schémel tiene mucha razón -aunque nunca se detiene a explicitarla- habida cuenta de que el socialismo no es un Modo de Producción como tampoco es un factor de producción, sino que es un proyecto histórico, de orden ideológico y político con variadas aristas, con el cual se pretende arreglar, enmendar o resolver las contradictoriedades encerradas en el proceso real de hacer y reproducir el capital. Al no ser sino un proyecto ideológico y político, el socialismo, cualquiera sea su signo, requiere del factor de producción denominado capital, para llevar a cabo cualquier plan de gobierno que el proyecto socialista quiera desarrollar. Y los únicos seres vivientes detentadores de este factor, sin duda alguna son los capitalistas. Ante esta cruda realidad, si usted es un socialista de cualquier tipo, debe saber que para que el proyecto socialista se dé, requiere de la participación directa del capital, sea este nacional o transnacional o mixto. En pocas palabras, y no caemos en exabruptos cuando decimos que el socialismo es un proceso mediado por el capitalismo, a secas, en estricto rigor.
Ílmer Montana.
Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET
Magíster en Gerencia UNET
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