PASEOS EN EL REPOSO - 45

 

PASEOS EN EL REPOSO - 45

La realidad es una sola, la cual al contemplar una totalidad (en movimientos totalizantes que nunca se totalizan por completo) de procesos en su seno, se hace para el observante, extremadamente compleja. Pero eso no hace mella para que este no consiga la forma de desenvolverse en ella, ya tomándola en cuenta como particularidad a investigar y dilucidar, ya ignorándola como particularidad no indispensable, ni siquiera necesaria, para desenvolverse dentro de ella, como si ella no existiera, al punto que de esta actitud ante la realidad, emergen producciones cuyos valores de mercado serán sopesados según logren alejar (léase evadir, por favor) a sus consumidores de las cosas consideradas reales. E independientemente de cual sea la postura tomada ante la realidad, la realidad será el eje respecto al cual la gente gira. Algunos pocos creyendo que la abordan, y otros muchos creyendo que la ignoran.

Sin duda, usted sabrá cuál es su postura asumida ante semejante complejidad. Cualquiera sea, déjeme decirle que todas esas cosas reales que se presentan frente a nuestros sentidos (tiempo del calendario, país, ciudades, vías de movilización, etc.) pertenecen a lo que tranquilamente podemos llamar "realidad compartida". Pero aunque creamos o no creamos que la realidad hace falta, cada vez que nos fijemos un objetivo en nuestras existencias generales (en el país, en la empresa o en la familia) o en nuestras existencias personales, lo que se interpone, posibilitando o imposibilitando, entre el objetivo a conseguir y su consecución, total o parcial, es la realidad. De manera que siendo así el asunto, la realidad, o una realidad, nos aparecerá cada vez que nos propongamos a alcanzar algo.

Ílmer Montana.

Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET 

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