ORACULISMOS

 


ORACULISMOS

   "La verdad sólo es dada al sujeto a un precio que pone en juego el ser mismo de éste. Puesto que el sujeto, tal como es, no es capaz de verdad"
   MICHAEL FOUCAULT


La sociedad tecnológica, también nombrada Sociedad técnica o Sociedad de la tecnología, debido a que los objetos tecnológicos y los comportamientos tecnocráticos, transformaron la vida diaria de las producciones, de los descansos y de los ocios, se fundamenta en la base informacional y en los modelos comunicacionales en que esa base informacional será socialmente pasada. Uno de esos modelos con que la persona puede tener acceso al input de la información es por medio de la consulta con el profesional especializado en el tipo de información buscada (médica, jurídica, financiera, sentimental, mercadotécnica, militar, etc.). De manera que cualquiera sea lo buscado en información, está se puede hallar bajo la modalidad del servicio de asesoramiento.
Antes, en las vidas de la Antigüedad, la gente que requería datos, señales, claves, pistas... para configurarse una idea aproximada sobre el tópico de su necesidad, contaba con los oráculos. Oráculos que al estar bajo la dirección de alguien docto en interpretarlo (algún pitoniso, algún mago, etc.), el necesitado de información sobre él y sobre lo que iba a obrar, debía someterse al rigor del dictamen que el oráculo prescribiera. El éxito dependía de la exactitud de la interpretación de la notificación recibida.
Hoy, pese al tiempo histórico transcurrido, ir a un bufete, un consultorio, una agencia de investigaciones, etc. la información, de suyo, no es lo más importante, sino que el uso exitoso de ella, exige que ésta sea correctamente interpretada.
Por ejemplo, Creso, rey de Lidia, consulta al oráculo acerca de lo que podría ocurrir si él le hace la guerra a Ciro, rey Persia. Se le responde que si hace esa guerra destruirá un gran reino. Y sale de ahí con tanto entusiasmo que declara la guerra a los persas, y éstos lo vencen y le destruyen el reino suyo. Luego es enterado de que cómo no pregunto cuál reino sería el destruido, tampoco el oráculo le tuvo que decir nada. No era parte de sus obligaciones.
Así ocurre con los oraculistas de hoy. Si el cliente del abogado, del economista, del politólogo, del psicólogo, por ejemplo, no tiene claridad de lo que necesita, la información dada, se le puede convertir en una energía contraria a lo que el cliente busca y requiere.
Termino esta entrega, citando a George Devereux, quien trabajó la influencia de los oraculos. Escribe esto en el libro De la ansiedad al método  en las ciencias del comportamiento:
"El verdadero propósito de los oráculos es que los entiendan equivocadamente".

Ílmer Montana.

Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET


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