EL REINICIAR ETERNO
(o como la comunicó Nietzsche: El eterno retorno a lo mismo).
"Siempre que queremos comenzar algo distinto,
terminamos haciendo lo mismo".
Richard
(personaje del filme La Playa,
interpretado por Leonardo di Caprio).
1.-
Es cuestión de fijarnos en la pirámide social de cualquier república del globo terráqueo, para enterarnos de cómo están colocados los seres humanos en las pirámides, independientemente del tiempo histórico en que se les quiera ubicar. Arriba, en la pequeña cúspide de la figura piramidal, verá la pequeña proporción de humanos que viven bien y otros, ya en la puntica final, los que viven muy bien, o demasiado bien, ajenos al "horror económico" (Expresión de Vivíane Forrester para titular su macabro y necesario libro), y abajo, en la amplia base piramidal, estará la gente que por tener que "ganarse el pan", el "horror económico" se le convierte en el aire atmosférico que a diario, como auténticos presidiarios, debe respirar. Ahí en la amplia base de la pirámide, unos "viven" mal y otros, "viven" muy mal, demasiado mal. Esto lo han sabido todos los líderes salvacionistas (radicales, reformistas, etc.) que a lo largo del despliegue histórico de los descontentos humanos, han aparecido y desaparecido, unos, implantado revoluciones y otros, aprovechándose de esas revoluciones.
2.-
Citaré una frase connotada y sobresaliente en el destino de las construcciones fraseológicas que tenemos a la mano. La frase que sintetiza en su contenido la incoherencia que resultó la experiencia de vivir socialmente, no fue hecha por un hambriento resentido por el "horror económico" que con su horripilancia la embotó el pensamiento. No, la frase deriva del cerebro de un escritor que su existencia social es propia de la nobleza acomodada en Italia. Me refiero a Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957), el cual en su obra El gatopardo, publicada lueguito de su muerte y llevada al cine en 1963, la elaboró. Es esta, quizá usted la conoce:
"Es necesario que todo cambie para que todo siga igual".
3.-
Desde luego, la frase, la idea legada para la posteridad por el noble italiano no debe servir para desanimar a nadie. Sólo puede servirnos para comprender el proceder de las personas en eso de llevar a la palestra de las acciones humanas, "proyectos revolucionarios" sustentados en la tesis de la "igualdad de todos los hombres ante las leyes y el poder". Como en términos prácticos eso se diluirá en la metamorfosis de los sueños colectivos, los hombres que se erigen líderes de esos proyectos deberán tener una ventaja ideológica sobre sus liderados. Mientras que estos creerán que la revolución en que militan se llevará algún día. "más temprano que tarde", el que los lidera sabe -o intuye- que las revoluciones no son posibles. Tantos ejemplos en la historia de la indestructibilidad de la pirámide social, no permiten ilusión alguna.
Ílmer Montana.
Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET
Magíster en Gerencia UNET
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