PASEOS EN EL REPOSO - 28
- Una de las preguntas básicas que toda Corporación debe responderse satisfactoriamente, dentro del rigor derivado del "Modo de economizar", es esta: "Cómo decidir cuánto vale una persona"? De esa valoración dependerá su estadía en el mundo de la praxis organizacional. Corporaciones de larga data, sin duda, hallaron la fórmula para asignarle valor económico-corporativo a las personas. Y las que no, desde luego, no supieron hallar una respuesta a la pregunta de cuánto vale un ser humano en costos.
- Las crisis existenciales, los antagonismos caóticos del alma, las incomprensiones de las circunstancias ambiguas del entorno y del sí mismo, hacen proclive a la gente que padece tales cosas, al consumo marcadamente exagerado, bajo la pretensión ilusa -e inútil- de adquirir un mínimo de estabilidad con la cual puedan continuar viviendo en su interminable y melo-trágico presente.
- Alguien en una realidad compleja de crisis, se somete al imperio del presente, puesto que su situación le borra o le hace borrosa, cualquier idea de futuro. Las crisis, independientemente de que sean sociales o personales, logran entre tantas cuestiones inverosímiles, que las personas desproyecticen el tiempo por venir para atarse a una realidad presente que les parece imposible de abandonar.
- El estrés está en proporción directa al grado de importancia que se le confiera a lo que se hace. La importancia se deriva en línea recta de nuestras expectativas.
- La paz es un producto de ciertas resignaciones que los sujetos alcanzan.
Ílmer Montana.
Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET
Magíster en Gerencia UNET
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