DA RISA PERO SIN GANAS DE REÍRSE (XI)


DA RISA PERO SIN GANAS DE REÍRSE (XI)

Lo que me gusta de ti -dijo- 
es la seriedad con la que inventas disparates.
 GABRIEL GARCÍA M., 
NOBEL DE LITERATURA.

● A un amigo le llegó por alguna red social una composición fotográfica, en la que estaban tres representantes del deslumbrante mundanal político venezolano. Estaban el presidente N. Maduro, el presidente de la A.N. J. RODRÍGUEZ y el primer vicepresidente del PSUV, el diputado D. Cabello. Las caras de cada uno de ellos fue manipulada para que parecieran a Moe, Larry y Curly, de la saga de "Los tres chiflados". Incluso la leyenda al pie de la composición fotográfica se escribió LOS TRES CHIFLADOS para despejar cualquier sombra de duda acerca de la composición. El amigo, quien no gusta de esos juegos fotográficos, de inmediato se fue al renglón Comentarios y escribió ¡QUÉ IRRESPETO!

Luego de leer y pensar sobre lo expresado, se percató que las dos palabras no precisaban quiénes eran los irrespetados. Si los egregios representantes del oficialismo o los insignes personajes de la saga cómica. Finalmente no envió nada.

●● Está muy difundida por las RR.SS. esta frase de Milan Kundera: Solo los animales no fueron expulsados del paraíso.

También en su momento la canción de Roberto Carlos El progreso se dejó oír ampliamente: Yo quisiera ser civilizado como los animales.

En ambos casos se enaltecen estos seres que pudieran colocarse en el rango -y de hecho hay algunos ya colocados- de Personas no-humanas.

Para cuando se constate de manera ineluctable que las personas acabaron el planeta, se habrá constatado a su vez inequívocamente, que los auténticos animales no eran esos seres civilizados como los catalogó Roberto Carlos, o esos seres que portan el paraíso dentro de ellos, como lo observó Milan Kundera, sino las personas que pretendieron simular por todos los medios al alcance (donde destaca la religión), no la animalidad sino más bien la bestialidad contenida en sus estructuras psiquico-conductuales. Comoquiera que sea, esos seres ejemplares residen en el planeta no es para subsistir porque entre otras cosas pertenecen a la eternidad de Lo real-dado. Ellos se residencian en el planeta para que el Hombre (en la doble versión de género) extraviado del destino cósmico e incluso, hasta perdido en el destino social, vea en esos seres o en alguno de ellos, rasgos con los que pueda entender su existencia. Así el asunto, habrá varones que se sientan que son unos bravos leones, unas siniestras hienas, o por el contrario, viendo el comportamiento de las lombrices y de las gallinas, aceptan una marcada semejanza con sus conductas.

No nos alejamos de la realidad cuando se le nombra tigre, gallina o rata a alguien, o cuando hay gente que dice con desparpajo Yo soy una cuaima (o un mono), sin duda no dicen ninguna exageración.

En este orden de comparaciones, cierta dama en una entrevista radial confesó que el mayor aporte recibido de la madre en el proceso formativo, fue la analogía de la realidad de ella y la realidad de las aves, analogía que pese a que se la comunicó cuando tenía 19 años, durante toda la existencia, no la olvida nunca.

La progenitora le dijo: Hija, usted tiene muchas cualidades distinguidas, pero a la par es demasiada lenta para sus cosas. Usted es como si tuviera alas de águila que sólo pueden ser movidas por la mente de pollo que usted carga en la cabeza. Imáginese la dificultad.


Ílmer Montana.
Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET

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