LA ANATOMÍA ELÁSTICA
"La anatomía, es el destino".
Sigmund Freud
Los seres humanos deben saber que lo que se le llama cuerpo humano, está codificado no como un conjunto total de valores uniformes, sino que los valores derivados del cuerpo, cuadran en distintos órdenes, según sea la ubicación que se le hace. En otras palabras, hay tres órdenes (o tres contextos) en donde el cuerpo en referencia, se le puede situar. En el orden fisiológico, en el orden psicológico y en el orden simbólico. En el primer orden, el cuerpo ofrece bondades y peligros físico-químicos que son atendidos por las ciencias médicas. Las ciencias de la conducta, se encargan de tratar los fenómenos psicológicos que el dueño del cuerpo le genera. Por ejemplo, un enfermo de hipocondría pudiera tomar los fenómenos del cuerpo como señales imaginarias de grandes enfermedades potenciales, las cuales nunca existirán, pero que psicológicamente le perturban la existencia (casi) a diario. Pasa algo peor con los pacientes que dañan la salud corporal desde raras e incomprensibles somatizaciones. El cuerpo simbólico es la constitución de signos y señales con los que los amantes se ven atraídos. Cada parte del cuerpo le conforma una idea en arreglo a la belleza. El pelo, los ojos, la piel, la boca, las cejas, etc, revisten grandes promesas para aquellos seres prendidos simbolicamente de las partes del cuerpo. Se permite visualizar el cuerpo simbólico como gran ofrecedor demagógico de bienes y servicios que jamás podrá cumplir, porque estos están en las regiones recónditas del inconsciente, donde bullen y a veces reposan, los deseos. En el sentido de las simbologías sé de una señora que se enamoró de la boca de quien luego sería su pareja porque cuando hablaba ponía los labios al lado derecho, tipo Elvis Presley. También conozco una fémina que aceptó a un caballero porque el peinado que tenía le quedaba muy bien. El gran escritor de "...filosofía, ocultismo, crímenes y desviaciones sexuales...", Colin Wilson, tomando en cuenta los peligros latentes para la vida sexual, contenidos en el cuerpo simbólico, escribe estas líneas en su libro Los inadaptados (Editorial Planeta, Barcelona): LA PARADOJA BÁSICA DEL SEXO ES QUE SIEMPRE PARECE PROMETER MÁS DE LO QUE PUEDE REALMENTE OFRECER".
Ílmer Montana.
Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET
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