LA EXTREMAUNCIÓN DEL ALMA
Como el ser humano le ha sido imposible convertirse en Dios, entonces se convierte en extremista. Esto es, incurre en extremismos. Situado en algún extremismo, ahí el ser humano juzga a los vivos y a los muertos sin piedad alguna, tipo Dios, que es Dios justo porque no tiene nada humano. Es así porque si Dios se humaniza, por esa debilidad se le meten, con ánimo de ablandarlo, los humanos.
Los extremismos constituyen una oferta amplia. Las ofertas más conocidas son los extremismos políticos y religiosos. Sin embargo, hay cabida para extremarse en la música, en la pintura y en posturas académico-ideológicas.
Los extremismos que más gustan porque por sus vías se le hacen verdaderos estragos a los pobres humanos, son los extremismos partidistas unidos con los extremos espirituales de alguna religiosidad. De esos extremos salen los líderes revolucionarios tipo líderes musulmanes.
Es tan fuerte la propensión a extremarse que ya los puntos medios comienzan a ser invadidos por radicales. En política conocemos, por ejemplo, radicalismos de extrema derecha que se lían a muerte con radicalismos de izquierda. En el espectro político, ya se habla de extremismos del centro, el cual sus representantes comienzan a disputarle el Poder a los otros extremistas.
Vislumbrando tal propensión indetenible en los humanos, el descomunal escritor estadounidense Mark Twain (1835-1910), preguntó públicamente:
"¿Contra quién eres neutral?".
Ílmer Montana.
Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET
Magíster en Gerencia UNET
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