PASEOS EN EL REPOSO - 37

 

PASEOS EN EL REPOSO - 37

Si alguien le dice a su niño ya listo para irse al cumple(años) de uno de sus amiguitos, que debe cuidarse, que no se tire al piso, que guarde respeto a los mayores en la reunión, que tenga cuidado con el palo de la piñata, etcétera, nadie que oiga las recomendaciones pensará que quien orienta al menor está exagerando. Pero ¿habrá exageración cuando alguien le hace recomendaciones de cuidarse por radio o por tv a la gente adulta que sale de su casa en plena pandemia covid? Indudablemente que no, pues en ambos casos quienes reciben las indicaciones no saben lo posible por suceder.

Entonces, en una vida social signada por incertitudes objetivas e incertezas subjetivas, se ha hecho menester el asumir a los otros como personas desvalidas ante el azar de los infortunios.
Desde luego, estar al tanto de ese sino hace que las personas se dividan en dos tendencias. Las que creen, por convencimientos generalmente vagos, de que los males no son para ellas, y las personas que asumen que las desgracias son como la liebre: que saltan sin saber uno de dónde saltan. Éstas se cuidan todo el tiempo y los otras, dominadas por seguridades abstractas, ni siquiera le ponen media atención a lo que le dice una madre, la pareja, el hermano mayor o algún comunicador social por radio o por tv.

Se ha hecho rutinario, casi ritual, que en temporada vacacionales, por diferentes medios, se recuerde que si se va a salir no olvidar cerrar los grifos de la tubería, apagar los bombillos, participar a los vecinos, salir con el automóvil en buenas condiciones... Eso en apariencia pareciera que estuviese demás, pero no. La realidad nos señala que pese a que los seres humanos tengan años de "mayoría de edad", en sus internos aún los gobierna ese infante, el cual por razones incomprensibles, se niega a morir.
Federico Nietzsche en uno de sus libros, nos lega esta idea de la infantilidad. Se la escribo y con la idea me despido:
"Infantil._ El que vive como los niños... que no cree que sus actos tengan una significación final... pertenece a la infancia".

Ílmer Montana.
Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET 

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