PASEOS EN EL REPOSO - 42

 


PASEOS EN EL REPOSO - 42

Para alguna gente la realidad se le deshace cada vez. Para otra gente, por el contrario, la realidad se le configura más, y cada vez se le presenta más nítida. También habrá gente no percibidora de esos detalles, y la realidad le luce siempre igual. Comoquiera, lo designado como "realidad" pertenece al espectro de referencias cuyo significado, en el marco de las opiniones simplonas, varía según la visión y alcance de quien la aprecie. O sea, en tal orden, la "realidad" será perceptuada dependiendo del conocimiento, las informaciones, la sabiduría, e incluso, del estado anímico del espectador o de los espectadores ocupados y preocupados en tomarla en cuenta. En ese mismo orden, cada quien verá (y operará sobre) la "realidad" necesaria para sí. Esto pudiera -y de hecho puede- abordarse bajo otra óptica de mucho mayor rigor precisatorio, pero sería ya con determinados intereses y preocupaciones bastante alejados de la actitud cómoda situacional descrita aquí.

La realidad devino como referencia de mercado (es decir, se convierte en valor con su oferta y su demanda) no por el boom de historietas de súperhéroes, filmes de cine-ficción y vídeos fantásticos, sino que fue cobrando importancia progresiva por los requerimientos derivados del mundillo académico, ora en ciertas carreras (científicas o humanísticas), ora en ciertas asignaturas (seminarios, metodológicas...). Era de obligatorio rigor para asignaturas sociológicas, por ejemplo, insertar en los programas curriculares unidades en las cuales los cursantes recibieran clases acerca de la concepción de la realidad de la variadas corrientes del Pensamiento científico, y paradójicamente ocurría el mismo fenómeno de las actitudes simplonas, pues cada corriente y cada seguidor de la corriente, escogía a discreción suya, una corriente y se ceñía a ella para configurar su "modelo de realidad". Así las cosas, el mercado académico de la realidad ofrecía, al gusto del consumidor de cultura e información, modelos neo-positivistas, estructuralistas, funcionalistas, deconstructivistas, marxistas, sistémicos, etc. Una vez aceptado el modelo, el investigador, el docente y el estudiante, se conferían el permiso para explicar el modelo escogido bajo la presunción de estar explicando la realidad. 
Hoy cuando el interés por enterarse qué pudiera ser la realidad, pertenece a la jurisdicción de lo ambiguo, lindante con las esferas de la oscuridad, se hace necesario conectarse con informaciones y pistas acerca de esta peculiaridad (llamada realidad), cuestión que con las informaciones y pistas dadas y recibidas podamos fabricar aproximaciones más o menos complejas de cara a salir del marasmo apático en que podamos haber caído por saber poco o muy poco, en qué consiste materialmente la realidad.
Desde luego yo no me escaparé de darle mi aporte. Eso lo dejo para la próxima entrega inmediata a esta presente. Quedo en el compromiso.

Ílmer Montana.

Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET 

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