CUANDO LA VERDAD NO NOS HACÍA FALTA

CUANDO LA VERDAD NO NOS HACÍA FALTA

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CUANDO LA VERDAD NO NOS HACÍA FALTA

La verdad es un error sin el cual determinada especie de seres vivos no puede vivir.

FRIEDRICH NIETZSCHE (La voluntad de poder)
(Anotaciones póstumas)

En el plano discursivo, o sea, en el plano de elaborar ideas, significados, valores, etc., tendientes a la persuasión, hay planteamientos en donde no se exige ningún nivel de responsabilidad verosímil por parte de quien(es) lo hace(n), puesto que los receptores de los mensajes les tiene sin cuidado el grado de realidad o el grado de ficcionalidad que estos mensajes puedan contener. Lo esperado de ellos está por la jurisdicción de lo atrayente y de lo seductivo. En tanto más atractivo luzca el mensaje, el mensaje contendrá mayor poder persuasor.

Por ejemplo, tenemos la persuasión publicitaria, cuyo poderío de convencimiento está en que justo nadie cree, o sea, nadie deposita alguna credulidad, en ese tipo de mensajes. El creático publicitario debe cuidarse en extremo en que lo que está haciendo no responde a ningún criterio cierto que le despertara en la gente receptora determinada actitud potencial de creencia, porque si así fuese, lo anunciado en el mensaje se sometería al riesgo de que del mismo modo en que se le cree, igualmente podría no creérsele, siendo esto fatal para la publicidad. No obstante el creático publicista tiene un límite: no producir, debido a lo excesivo de la libertad detentada para crear ficciones, "publicidad engañosa", la cual es penada por las leyes específicas.

En cambio, la astrología, el tarot, la numerología, entre otras artes abocadas a dilucidar misterios de la energía, los enigmas del universo y las leyes de lo oculto, les permiten a sus oficiantes la máxima libertad para hablar y escribir, sin que nada ni nadie ponga en tela de juicio el resultado de los discursos, pues de antemano se sabe que lo que emana del cerebro o de las almas de los astrólogos, numerólogos, tarotistas, etc. nada más es creído por las gentes que ha aceptado, bajo raras e inexplicables causas, que sus existencias las gobiernan las cartas, los astros, los números, etc.

Cada vez los mensajes políticos se aproximan a estas modalidades discursivas, pero será en otra ocasión cuando me ocupe del punto.

Ílmer Montana.
Pregrado en Literatura ULA y
Magíster en Gerencia UNET